Un termostato es un dispositivo que controla el flujo de líquido refrigerante en el circuito de refrigeración del motor. Todo motor tiene una determinada temperatura ideal de trabajo que debe alcanzar para su óptimo funcionamiento.

Si el motor no funciona a su temperatura de trabajo ideal, no se calienta de manera óptima, conduce a un mayor consumo de combustible, a un peor funcionamiento, a un mayor ruido, pero también a un mayor desgaste de todas las partes del motor.

La temperatura del refrigerante es muy importante para el correcto y eficiente funcionamiento del motor. Todo motor tiene una determinada temperatura ideal de trabajo que debe alcanzar para su óptimo funcionamiento.

Para un funcionamiento adecuado del motor, la temperatura ideal del refrigerante está entre 80 °C y 90 °C (176 y 194 grados Fahrenheit), según el tipo y la construcción del motor.

La tarea del sistema de enfriamiento del motor es eliminar el exceso de calor generado durante el proceso de combustión y transferirlo a las partes individuales del motor y al aceite del motor.

La refrigeración del motor es, por lo tanto, un aspecto fundamental para mantener un rendimiento óptimo del motor y prolongar su vida útil. Protege el motor y los componentes del sobrecalentamiento y garantiza una temperatura de funcionamiento estable del motor.