Ubicación del motor: ¿Cómo afecta a las características de manejo?

La ubicación del motor determina su posición en el automóvil. Este componente, junto con su equipo, es esencial para el peso total del vehículo. Sin embargo, dado que este peso está concentrado en un espacio relativamente reducido, influye significativamente en la posición del centro de gravedad del automóvil y en sus características de manejo.

La posición del motor afecta directamente la carga en cada eje. Cuando el motor se encuentra cerca del eje delantero, este eje recibe más carga. En contraste, si está más cerca del eje trasero, la presión se desplaza hacia la parte trasera del vehículo.

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A medida que aumenta la presión sobre el eje del automóvil, también lo hace la adherencia que pueden alcanzar las llantas. El nivel de adherencia, a su vez, determina la manejabilidad del automóvil en condiciones adversas y extremas.

Así, la ubicación del motor no solo incide en las características de manejo, sino que también limita la posibilidad de optar por ciertos tipos de carrocería. En general, existen tres configuraciones básicas de ubicación del motor:

1. Motor ubicado en la parte delantera

El motor en la parte delantera es una de las configuraciones más comunes en automóviles. Puede estar dispuesto de forma transversal o longitudinal. La disposición transversal es típica en vehículos de tracción delantera, ya que optimiza el espacio, permitiendo más capacidad para pasajeros y equipaje, lo cual resulta ventajoso en coches más pequeños.

La configuración longitudinal generalmente acompaña a vehículos con tracción trasera o tracción total, favoreciendo una mejor distribución del peso, lo que mejora la maniobrabilidad. No obstante, su desventaja puede ser una construcción más compleja y mayores costos de mantenimiento.

Ambas configuraciones impactan las características de manejo. Un motor transversal puede hacer que el vehículo sea más propenso al subviraje, mientras que un motor longitudinal promueve una dinámica de conducción más equilibrada, especialmente a altas velocidades.

2. Motor ubicado en la parte trasera

Esta disposición se encuentra principalmente en automóviles deportivos y compactos. El motor puede estar colocado sobre el eje trasero o detrás de él, generalmente de forma longitudinal, impulsando el eje trasero, aunque algunos modelos pueden tener tracción total.

Una ventaja de la ubicación trasera es la mejora en la tracción de las ruedas traseras, ideal para una aceleración eficaz. Además, aligerar la parte delantera del vehículo aumenta la sensibilidad de la dirección, lo que es muy valorado por los conductores durante la conducción deportiva. Sin embargo, su principal desventaja es la distribución desigual del peso, que puede provocar sobreviraje, especialmente en curvas o sobre superficies resbaladizas.

Esta configuración fue característica en modelos icónicos como el Volkswagen Beetle o el Porsche 911. Aunque no es tan común como la ubicación delantera, sigue siendo popular en vehículos deportivos donde el rendimiento y la dinámica son fundamentales.

3. Motor ubicado en el centro

La ubicación centrada del motor, justo delante del eje trasero, es la preferida en automóviles deportivos y superdeportivos. Esta disposición proporciona una distribución casi perfecta del peso entre los ejes delantero y trasero, mejorando significativamente la manejabilidad y estabilidad del vehículo.

En este diseño, el motor suele estar dispuesto longitudinalmente y alimenta el eje trasero. Esto resulta en una dinámica de conducción excepcional, crucial para vehículos de alto rendimiento. Sin embargo, su desventaja es que limita el espacio para pasajeros y equipaje, ya que el motor ocupa una parte significativa de la sección central del vehículo.

También se puede observar en ciertos vehículos híbridos, donde el motor eléctrico se ubica en la parte delantera y el motor de combustión se sitúa en el centro, asegurando un equilibrio óptimo y un alto rendimiento.

¿Cómo afecta la ubicación del motor a la elección de la carrocería?

Un automóvil con el motor en la parte delantera puede tener todas las versiones de carrocería que conocemos. Sin embargo, el costo de fabricación de este tipo de automóviles suele ser significativamente menor que el de otras configuraciones. Además, un vehículo con motor en la parte delantera gana en estabilidad y en características de frenado.

Por el contrario, un automóvil con motor en la parte trasera puede aprovechar de manera más eficiente la tracción del eje trasero. Durante la aceleración, la presión que actúa sobre el eje trasero aumenta, permitiendo transferir más potencia a la carretera sin pérdida de adherencia. Sin embargo, un automóvil con motor en la parte trasera generalmente no puede optar por las versiones de carrocería más comunes como sedán, hatchback o kombi.

La ubicación del motor a un lado (delante o detrás) provoca comportamientos específicos del automóvil al tomar curvas.

Subviraje

Camino en las montañas

El considerable peso sobre el eje delantero del automóvil genera que, al tomar una curva, el vehículo sea reacio a cambiar de dirección.

Por ello, los automóviles con motor en la parte delantera tienden a seguir la dirección original y salir por el borde exterior de la curva al tomarla a alta velocidad o en condiciones de adherencia deficiente. Este fenómeno se conoce como subviraje.

Sobreviraje

A la deriva en la pista

Un peso excesivo sobre el eje trasero del automóvil produce un fenómeno conocido como sobreviraje. Esto ocurre cuando la parte delantera del automóvil gira hacia la curva, pero al cambiar de dirección, la parte trasera continúa en línea recta, lo que provoca que el automóvil gire en sentido contrario o realice una rotación incontrolable.

Sin embargo, esta situación también puede presentarse en vehículos con motor en la parte delantera, si solo se impulsa el eje trasero. En este caso, la combinación de un frente pesado y una parte trasera ligera, sumada a la tracción trasera, resulta en un comportamiento del automóvil notablemente sobrevirador.

Eliminación del sobreviraje y subviraje

Eliminarlos ambos de manera simultánea es posible mediante diversas soluciones de diseño de disposición del automóvil. Entre estas se encuentra, por ejemplo, ubicar el motor delante del eje trasero (motor ubicado en el centro).

En este caso, el peso del motor ejerce presión uniforme sobre ambos ejes en una proporción de 50:50. Sin embargo, son desventajas de esta disposición las grandes dimensiones externas del automóvil y su espacio interior limitado. Por esta razón, esta disposición es empleada principalmente por automóviles deportivos y de competición.

Influencia de la tracción en el sobreviraje y subviraje

No obstante, la ubicación del motor no es el único elemento que influye en las características de manejo de un automóvil. El tipo de eje motriz también juega un papel importante, tema que abordamos en nuestro artículo: Eje motriz: Delante, detrás, 4×4, ¿cómo afecta las características de manejo?